LOS HIJOS DEL CAPITÁN GRANT
VERNE, Julio
RBA, 2018
El autor de esta novela de aventuras es Julio Verne (Nantes, 1828 – Amiens, 1905) un escritor, dramaturgo y poeta francés del siglo XIX que comenzó su carrera con la comedia “Las pajas rojas” en el año 1850. Escribió numerosas obras pero, sin embargo, lo que lo llevó a alcanzar el reconocimiento mundial que tiene a día de hoy fue “Viajes extraordinarios”. Es esta una serie de 60 novelas de aventuras y ciencia-ficción en la que encontramos títulos como “20.000 leguas de viaje submarino”, “Viaje al centro de la tierra”, “La vuelta al mundo en 80 días” y entre muchas otras, la novela aquí reseñada. Como curiosidad, cabe destacar que numerosos estudios aseguran que algunas de las novelas de Verne, anticiparon algunos avances tecnológicos como la posibilidad de viajar a la luna. La novela que aquí reseño fue escrita 1867 y adaptada al mundo del cine casi un siglo más tarde, en 1962. Por último, destacar que este escritor está considerado uno de los padres de la narrativa de ciencia-ficción y además un autor cuyos libros han sido de los más traducidos de toda la historia.
Esta novela comienza cuando el Duncan surcaba los mares de regreso a Glasgow; el viaje transcurría con calma cuando un marino divisó no muy lejos de ellos un tiburón. Lord Edward, el propietario del barco, decidió capturarlo y cuando la criatura yacía en la nave, lo inspeccionaron y encontraron en él una botella que contenía un mensaje de auxilio. Todos en el barco se alarmaron y en cuanto llegaron a puerto, la nota fue entregada a las autoridades. En palacio, Lady Helena esperaba la llegada de su marido cuando aparecieron dos niños. Tras unas preguntas a los jóvenes, Helena descubrió que eran los hijos del capitán Grant, el marino que había arrojado el mensaje al mar. Como las autoridades se negaron al rescate, decidieron partir ellos mismos en la búsqueda del náufrago. La interpretación que habían hecho del mensaje los llevó a la costa chilena. Ya en tierra buscaron y preguntaron por el naufragio del Britannia, el barco del que se hablaba en la nota, pero nadie sabía nada. Emprendieron entonces una misión por tierra que los llevó a tener que superar numerosas pruebas de vida. Pero todas fueron en vano y tras concluir que en América del Sur no había nada relacionado con el naufragio, Paganel, un geógrafo francés que se había confundido al embarcar, trazó una nueva ruta porque descubrió que habían interpretado mal el mensaje.
Esta vez acabaron en Australia y al llegar se encontraron con Ayrton, un hombre que decía haber sufrido el naufragio del Britannia y que quería ayudar en la búsqueda. En este viaje por tierra comienzan a ocurrir numerosos contratiempos y es aquí cuando John Mangles, el capitán del barco, empieza a sospechar de Ayrton hasta que finalmente el grupo escapa de la isla tras una emboscada de este y sus cómplices. Entonces Paganel decidió coger un barco a Nueva Zelanda ya que era una de sus pocas posibilidades de salida. Al llegar a tierra fueron capturados por la tribu maorí y tuvieron que arreglárselas para huir. Cuando casi lo habían conseguido, se vieron rodeados por tres canoas maoríes, el mar y el Duncan, barco que pensaban que estaba manejado por Ayrton. Al acercarse un poco se dieron cuenta de que quién dirigía el buque era Jonh Mangles, así que estaban salvados. Al subir a la nave, el capitán les dijo que tenían a Ayrton encerrado. Edward decidió interrogarlo y el preso le propuso un trato: él contaría lo que sabía acerca del naufragio del Britannia a cambio de que lo dejasen abandonado en una isla desierta del Pacífico. Lord Edward aceptó y al llegar a la isla elegida encontraron algo inesperado que dejó a todos de piedra… ¿Estará el capitán Grant allí? ¿Conseguirán localizarlo?
Sin duda, Julio Verne es uno de mis autores favoritos y una vez más ha conseguido fascinarme con otra de sus obras. Por eso, la verdad es que recomiendo mucho leer esta novela y, aunque puede hacerse un poco larga por momentos, lo cierto es que engancha muy rápido. El único punto que no me gustó demasiado fue el final ya que cuenta algo muy importante para el desenlace de la historia en tan solo dos capítulos, pero aún así es un libro fácil de leer que merece muchísimo la pena sobre todo porque narra una historia preciosa. Creo que con esta lectura he vuelto a conectar nuevamente con la niña pequeña que llevo dentro y también me ha hecho recordar que leyendo se aprenden muchas cosas nuevas.
Paula García Lago. 4ºA ESO [IES Xosé Neira Vilas, Oleiros]